Nacido hace 28 años en La Plata, Ringuelet para ser más precisos, tripero sufrido y de estirpe, de los que hemos vivido ese campeonato que no fue y esa tarde negra contra el eterno rival, pero que aún seguimos creyendo y alentando.
La curiosidad, la inquietud, la intensa y constante búsqueda de conocimientos o tal vez sólo la indecisión, lo han llevado a interesarse por la Sociología, el Cine, ambos en la UNLP y hoy en día por la carrera de Comunicación Social en la UNQ, la cual pretende finalizar este año, a menos que sus intereses lo lleven a buscar otros rumbos. Hay quienes lo han visto consultando por la Licenciatura en Composición con Medios Electroacústicos.
Hoy, por motivos más ligados a la necesidad de trabajar que a la vocación, trabaja en la Subsecretaría de Atención a las Adicciones del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenas Aires, donde se dedica a analizar estadísticas sobre la incidencia de las drogas en los jóvenes de edad escolar. Aunque no reniega de su trabajo, y lo desarrolla a conciencia, no cree que su futuro desarrollo profesional se encuentre allí.
En realidad, le cuesta pensar en su futuro tanto profesional como personal, aunque aspira ser su propio jefe, llevando una vida tranquila relajada, retirado de la ciudad, compartiendo asados con amigos, formando una familia y yendo los fin de semana a ver a su Gimnasia, con ese sueño de algún día verlo campeón.
Si bien se considera un lector constante, su verdadera pasión es el cine, puede pasar semanas sin leer o escuchar música, pero no soporta la abstinencia fílmica, tanto es así que en su última visita a Perú no aguantó más y termino en las “americanizadas” salas limeñas viendo Soy leyenda, como para despuntar el vicio.
